Las plantas necesitan grandes cantidades de
agua para crecer y producir oxígeno. El pH del agua de lluvia es ligeramente
ácido debido a las sustancias disueltas en ella, como el dióxido de carbono.
Las plantas se sienten mejor cuando reciben este agua. Para las plantas,
así como para la piel humana, el agua con un pH de alrededor de 5,5 es la más
adecuada.
La investigación también muestra que la
mayoría de las plantas se desarrollan mejor en el suelo cuando el pH del suelo
es ligeramente ácido. En este suelo, los nutrientes se absorben más fácilmente.
El agua ácida ionizada es adecuada para
regar las plantas. Los efectos del agua ácida ionizada son los siguientes: las
semillas germinan más rápido, las plantas se adaptan más rápido y comienzan a
crecer.
Buena información para los amantes de las
flores. El agua ácida ionizada estimula la formación de inflorescencias en las
flores en maceta, intensifica la floración y revitaliza las plantas enfermas.
Consejos para amar las plantas
- Después de recibir un bonito ramo, las
flores colocadas en un florero con agua ligeramente ácida ya no se marchitan. - Tómate tu tiempo para tirar las flores enfermas de la
maceta. Vierte agua ácida fuerte a pH 2.5-3.5 una vez y luego viérte dos veces agua
alcalina fuerte. Después, riégalas con agua ligeramente ácida. Te sorprenderás con el «renacimiento» de
las plantas. Riega las flores preventivamente una vez a la semana con agua alcalina
ligera con un pH de ~8,5.
Combatir los gérmenes y las enfermedades
que causan
Las áreas infectadas deben ser rociadas con
agua fuertemente ácida a pH 2.5. Esto destruirá los patógenos y gérmenes, así
como sus huevos y embriones.
Desinfección del terreno
El agua fuertemente ácida con un pH de 2,5
es un excelente desinfectante. A menudo se utiliza para desinfectar frutas,
verduras, cereales… Mata hongos, bacterias, virus y moho. Algunos
agricultores utilizan agua ácida ionizada para proteger sus cultivos. Es una
alternativa a los agentes químicos antibacterianos.