La medicina se desarrolla de forma extremadamente rápida, las medicinas son cada vez más avanzadas, la gente sabe qué hacer para estar sana; además, existe la conciencia de tener una higiene adecuada, la dieta… al mismo tiempo los jóvenes sufren de enfermedades degradativas, las llamadas «enfermedades de la vejez» o «enfermedades de la civilización».
Un estudio en niños de los Estados Unidos realizado por la Dra. Jeanne Van Cleave del Hospital MassGeneral para Niños de Boston y sus colegas, publicado en la edición de la Journal of the American Medical Association, indicó que el porcentaje de niños con problemas de salud crónicos en los Estados Unidos aumentó de 11.2% en 1988 a 26.6% en 2006, sin mencionar a los adultos. La misma tendencia existe en todos los países en desarrollo, incluida España.
En resumen, personas cada vez más jóvenes se ven afectadas por enfermedades típicas de la vejez.
¿Por qué?
- Nuestra dieta no es equilibrada. No comemos suficientes verduras y frutas frescas. Con este tipo de alimentación no obtenemos suficientes minerales y vitaminas. En los alimentos producidos industrialmente solo hay calorías vacías.
- No bebemos suficiente agua. No se trata detomar bebidas endulzadas, sino agua pura y de alta calidad.
- Fatiga. Horas de sueño insuficientes.
- Ecología inadecuada.
Desde el punto de vista de la fisiología humana, todos estos puntos pueden describirse como estrés oxidativo. Estrés oxidativo – el proceso de influencia negativa de los radicales libres en nuestro organismo. Cuando hablamos del cuerpo humano, a menudo se sustituye por el término acidificación del organismo. Teniendo en cuenta los términos de ambos procesos, podemos ver que son equivalentes.
En el este, especialmente en Japón, la gente a menudo dice: «Hay muchos nombres para las enfermedades, pero la causa es una: la acidificación del cuerpo». Y no es tan absurdo como parece.
Por ejemplo:
El tabaco acidifica el cuerpo. Abandonar esta adicción mejora no solo la función pulmonar, sino también el sistema circulatorio, la
concentración y el color de la piel. El riesgo de padecer la mayoría de las enfermedades se reduce. El peso cambia con frecuencia, y así sucesivamente. El agua convertida en bebidas endulzadas aumenta el riesgo de muchas enfermedades,
incluida la diabetes. Los procesos de absorción y eliminación de residuos quedan debilitados.
La presión aumenta, etc. Las bebidas azucaradas resultan muy ácidas.
El científico japonés Herman Aihara, en su libro más vendido «Ácido y alcalino», apuntaba a la acidificación del líquido
intercelular como causa principal de la formación de células cancerosas.
Investigaciones realizadas por el científico alemán Otto Warburg, ganador del Premio Nobel, muestran que el pH de las células disminuye de pH 7,2 cuando una célula está sana, apH 6,5 cuando el cáncer comienza a desarrollarse, ya pH 6 cuando se presenta metástasis.
Por lo tanto, se puede decir sin dudar que la acidificación del cuerpo no solo resulta en la aparición de cáncer, sino que es una parte esencial de su crecimiento y desarrollo.